Desde pequeña tuve claro que quería diseñar, ser diseñadora de moda. Con pocos años ya cogía la ropa que no le servía a mis hermanos y la transformaba en vestidos de fiesta para las muñecas, tenía todo un repertorio de vestidos. Siempre rodeada de tejidos, tijeras e hilo, me pasaba las horas muertas pensando, creando y diseñando.
Con 18 años, cuando acabé el instituto, mis padres me ofrecieron la posibilidad de estudiar Diseño de Moda en una de las mejores escuelas que existían en Madrid. No dudé ni un segundo en aceptar, llevaba esperándolo mucho tiempo. Fue un sueño poder aprender técnicas de diseño y patronaje con los mejores. Además, a mis compañeras y a mí, nos llevaban como vestidoras a infinidad de desfiles de Cibeles. Recuerdo conversar con los mejores diseñadores del mundo, ver sus colecciones tan cerca es algo que impacta a esa edad. Fue una etapa donde aprendí todo lo que mueve el mundo de la moda, además de dar mis primeros pasos y empezar a decantarme por el tipo de diseñadora que quería ser.
Tras estudiar en Madrid, seguí completando mi formación con infinidad de cursos relacionados con la moda. Bajo mi punto de vista es una industria en constante evolución por lo que seguir formándose debe ser el pan de cada día. A la vez que seguía mi formación tuve la oportunidad de trabajar para diferentes diseñadores y marcas, a los que agradezco toda la experiencia que me aportaron. Considero que crecí mucho como diseñadora durante esos años.
Además de diseñar, siempre he admirado las creaciones de los compañeros de la industria, acudir a las Ferias de la Moda de Nueva York, París, Londres y Milán han sido experiencias inolvidables y cuanto menos enriquecedoras, tanto personal como profesionalmente.
En 2005, después de varios años trabajando en Madrid, Toledo y Cádiz, decidí consolidarme como diseñadora y crear mi propia marca de moda. CARMEN ALBA nació como una marca de ropa con estilo propio que no sólo se vendía en su propia tienda, sino que se comercializaba también en otros comercios. Esto hizo posible que además de ir a la Feria de la Moda de Madrid como asistente pudiera exponer también como marca, una experiencia memorable y gratificante tras tantos años de formación.
Con el tiempo, he ido enfocándome y especializándome en vestidos de novias, madrinas e invitadas, y ahora en niñas de comunión. A través de CARMEN ALBA pretendo sumergir a mis clientas en un universo de diseño de moda paralelo: gracias a mi experiencia soy capaz de diseñar un traje único que encaje a la perfección con su demanda. Aportando así personalidad y exclusividad a cada diseño: elijo meticulosamente tejidos ricos y delicados para que mis creaciones convivan en armonía con minuciosidad y calidad en el detalle.
Puedo decir que mi inspiración es cada una de las mujeres que cruzan la puerta y confían en que diseñe un vestido que las haga sentir únicas sin dejar de ser ellas mismas en ese día tan especial e importante.
